sábado, 30 de abril de 2011

Así te imaginé

Apareciste en mi vida así, de golpe.
Sin avisar estabas tú ahí,
tan lejos y tan cerca de mi vida
sonriendo en la distancia,
inundando mis retinas de ti.

Mirándome con esos ojos tuyos
tan vehementes...tan urgentes
tan seductores ese día,
que no pude escapar de ti.

Así te imaginé en mis sueños,
tierno, afable, seguro, sensual;
imaginé tu sonrisa franca,
tu voz pausada,
te imaginé exactamente así,
con esa forma tan particular
que tienes para amar.

Imaginé que un día vendrías
iluminando mi sendero,
tan inhóspito y frío,
tan sembrado de cardos,
tan lleno de espinos.

¿Crees que pueda dejar de amarte
si llenas cada espacio de mi vida,
si brindas a mi corazón
la savia que alivia mi dolor?

¿Dejar de amarte?
...¡no podría ya!
Desde el instante mismo
en que rozaste mi rostro
con tus pálidas manos,
desde el instante mismo
en que hiciste vibrar mi piel,
supe que habría de amarte
con total frenesí.

Si adoro tus besos,
¡delicia divina!

Si adoro tus manos
¡cual seda recorriendo mi piel!

Si adoro tu mirada
¡que se ilumina al verme llegar!

Si adoro el olor de tu piel,
¡que invade mis sentidos
y me lleva por recónditos
caminos de placer!

¿Olvidarte?
¿Cómo?
Si ya eres parte de mi ser.

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